Gante, joya flamenca
Sus preciosas iglesias, los canales, las plazas y el imponente castillo son motivos suficientes para visitar Gante. Su centro medieval nos traslada a otra época y dar un paseo por sus canales es disfrutar de una visión completamente distinta de la esta preciosa ciudad flamenca. Gante tiene atractivos de sobra para disfrutar allí unos días pero lo mejor es su vida en la calle: sus terrazas están siempre llenas y se respira una contagiosa alegría de vivir.
Gante, es una de las ciudades más bonitas de la región de Flandes en Bélgica. Sus preciosas iglesias, los canales, las plazas y el imponente castillo son motivos suficientes para visitar la ciudad. Además su centro medieval nos traslada a otra epoca y paseando por los muelles de Graslei y Korenlei, mirando las casas en la orilla del canal, te sientes dentro de un cuento de hadas. Gante está lleno de vida y eso se contagia en cualquier punto de la ciudad.
La verdadera alegría de esta ciudad belga se encuentra en disfrutar en una terraza. Ya sea tomando un café en invierno o instalado al sol en primavera con una cerveza belga, es fácil mimetizarse con los vecinos de la ciudad y disfrutar como uno más del maravilloso ambiente que desprende. Además el centro histórico es bastante compacto y podrás ver muchas cosas sin recorrer mucha distancia.
La ciudad está situada a apenas 1 hora en tren desde Bruselas y los trenes de Bélgica funcionan muy bien: frecuentes y puntuales, así que no tendrás problemas logísticos para visitar Gante en 1 día. La joya flamenca oculta cuenta con un teatro de ópera, un puñado de museos, las iglesias más antiguas y muchos puentes sobre los dos ríos que serpentean a través de la ciudad...
ALQUILAR UNA BICI
Uno de los placeres de Gante es alquilar una bici y pasear en ella como uno más. La región de Flandes parece que invita a ser recorrida en bici. Las ciudades están muy preparadas y sobre todo existe una convivencia idílica entre peatones, coches y ciclistas. Además otro punto a favor es que la ciudad es llana por lo que andar en bici no es un esfuerzo.
Es recomendable explorar el cercano barrio de Patershol, un pequeño laberinto de calles empedradas encantadoras, el imponente castillo de Gravensteen (Castillo de los Condes) y el campanario, reconocido por la Unesco.
QUE VER
Gante es una ciudad tan majestuosa que cualquier calle es bonita. Pero hay visitas imprescindibles como la Catedral de San Bavón donde se puede admirar el Cordero Místico, o subir a la torre del campanario (Belfort) para disfrutar de las vistas de Gante.
Pero uno de los lugares favoritos de los turistas son las vistas desde el Puente San Miguel. El puente de San Miguel tiene una de las panorámicas urbanas más maravillosas de la ciudad. A cualquier hora del día merece la pena pero el atardecer es el momento más mágico. Las tres grandes torres de Gante así como el Graslei y el Korenlei quedan a la vista desde este puente y ver como cae el sol por ellas es un momento inolvidable.
PASEO EN BARCO
Otro clásico en la ciudad es dar un paseo en barco y hacer un recorrido por la ciudad que dura unos cuarenta minutos. Es otra forma cómoda de conocer mejor los secretos y curiosidades de la ciudad.
La mejor forma de terminar el día en Gante es hacerlo con una buena cerveza y un gofre, dos caprichos que allí son imprescindible.